La IX Conferencia Regional puso al centro la relación entre género, pobreza y economía, destacando la necesidad de políticas públicas integrales para superar las condiciones que afectan a las mujeres de la región. En este sentido, se reconoció el impacto que tiene la desigual distribución de beneficios entre hombres y mujeres, así como los costos de la globalización.

Como resultado se aprobó el Consenso de México, documento que insta a redoblar esfuerzos en la lucha contra la violencia, la pobreza, la desigualdad y la discriminación contra las mujeres. Para ello, se reafirmó el compromiso del acceso a la justicia y de la implementación de la perspectiva de género y la diversidad étnico-racial en los planes nacionales de desarrollo.